Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://elijahoaxm173651.bloggerswise.com/46523586/el-cabezazo-de-zidane-bajo-la-lupa